¿Qué son los sistemas de riego? 

Un sistema de riego es una estructura creada con la finalidad de distribuir agua a una zona determinada. Es decir, se construye una red de distribución que se adapta a las dimensiones y diseño de un terreno. Además, es la manera más eficiente de mantener las plantas y cultivos hidratados, con la cantidad de agua que necesitan para vivir y desarrollarse. 

Generalmente, es el sistema de riego más usado en la agroindustria porque facilita el trabajo del cultivador. Con esta inversión se garantiza que los cultivos obtengan la cantidad de nutrientes y minerales. 

Se trata de una importante innovación, que ayuda a que el agua se distribuya de forma más rápida y sin interrupciones en el suministro. Además, continuamente se hacen valiosas mejoras en estos sistemas, con lo cual en el mercado siempre hay nuevos diseños y modelos. 

Características de los sistemas de riego

Estos sistemas permiten hacer un uso más eficiente de la cantidad de agua disponible. Significa que son una excelente inversión para quienes estén interesados en ahorrar el agua. Por consiguiente, se trata de un sistema automatizado con el que también se consigue bajar el coste de inversión en energía y mano de obra. 

Además, este sistema está constituido por: 

• Componentes hidráulicos tales como: aspersores, estación de bombeo, dispositivos móviles por aspersión, canales de riego, canales de drenaje, tuberías, pozos y embalses o tanques de almacenamiento. 
• Componentes no hidráulicos tales como: red de abastecimiento de energía, red de canales, acueductos, redes de distribución y drenajes. 

La red de distribución se compone de los siguientes elementos: 

• Electroválvulas que regulan el paso del agua. 
• Pluviómetros que regulan el proceso de recolección de agua cuando llueve. 
• Higrómetro que regula el riego midiendo el grado de humedad del suelo. 
• Programadores y temporizadores que determinan los horarios de riego. 
• Válvulas que regulan el paso del agua. 

Tipos de sistemas de riego

En la actualidad se tiene disponibilidad de una amplia variedad de modelos de sistemas de riego. Todos poseen características pensadas para facilitar la distribución en distintos lugares, según las condiciones del terreno, cumpliendo con ciertos requerimientos exactos. Por ello, antes de elegir un modelo en específico se recomienda solicitar ayuda de un asesor con experiencia. 

Estos son algunos sistemas populares: 

• Riego por goteo que se caracteriza por suministrar agua de forma continua y directa hacia las raíces de las plantas. Es el sistema ideal para las zonas áridas o donde es necesario racionar el agua. 
• Riego por aspersión que se caracteriza por dispersar el agua en forma de lluvia. Es una distribución uniforme y con una cobertura mucho más amplia. Se compone de una serie de atomizadores conectados a tuberías que están debajo de la tierra, que a su vez se conectan a tanques de almacenamiento. 
• El sistema de riego por microaspersión usa varios aspersores rotatorios que emiten una lluvia muy fina. Es ideal para viveros y floricultura. 
• El riego subterráneo está constituido por varios orificios estratégicamente ubicados en toda la extensión del terreno a regar. Por consiguiente, irrigan directamente las raíces. 
• El riego hidropónico se compone de varias tuberías donde hay un flujo constante de agua, con lo cual las plantas son regadas desde abajo con la cantidad necesaria. También es un sistema que permite el uso de cápsulas minerales con nutrientes que se disuelven en el agua. 
• Riego por nebulización utiliza varios nebulizadores que expulsan el agua en cantidades pequeñas. Es ideal para regar plantas delicadas, ya que es un método con el que se controla la humedad del ambiente. 
• Riego por laterales automáticos o pivotes se basa en la utilización de una estructura con tubos dispuestos como torres, los cuales giran y el riego es autopropulsado. 

Los beneficios de invertir en los sistemas de riego

Al invertir en un sistema de riego adaptado a nuestras necesidades son muchos los beneficios a largo plazo que aporta en eficiencia y economía. Lo importante es identificar cuál es el sistema que posee las mayores ventajas para responder a una necesidad específica. 

Estos sistemas cuentan con varios elementos automatizados que permiten tener un mejor control sobre la regulación y temporización del riego. Además, se reduce la mano de obra al sustituirlas por un sistema mecanizado exento de errores. Asimismo, es muy fácil de programar y manejar, cada operación se ejecuta según los ajustes fijados previamente. 

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